Como este es mi hogar virtual, y aquí prima la libertad de expresión... y hoy estoy asada (y cansada), antes de hacer mi reporte felino (que vendrá pronto) les cuento algo que me está molestando bastante en este momento a manera de queja, y por qué no, también de advertencia para quien quiera tomar la palabra de esta gata como consejo.
A muchos de ustedes asiduos visitantes les he contado o he escrito sobre mi querida mascota, mi perrita poodle, a la que le he tomado varias fotos a pesar de que sale como un manchón negro en la imagen (LOL).
En esta ocasión, muy indignada, mi queja va hacia la veterinaria a la que la he llevado toda su vida y a la que llevaba a un perrito anterior que tuve.
Y dado que estamos en libre expresión, me quejo sobre la Veterinaria San Luis ubicada en el distrito de San Borja en la cuadra 22 de la avenida San Luis.
Antes de empezar, dejo la aclaración; esto es MI opinión personal, un caso que me ha sucedido A MÍ y de extra cuento algo que le ocurrió a una persona muy cercana en el mismo lugar, yo comprendo que no es bueno juzgar por un hecho aislado pero aclaro, como leerán más adelante, que no es una cosa aislada sino es algo que ya viene sucediendo y ya llegó a su colmo y a eso va mi queja. Antes tenían bastante clientela porque tenían buen personal, es por eso que yo la empecé a llevar ahí, ahora aparentemente cualquiera puede trabajar ahí pues la persona con la que antes yo trataba hace tiempo que ya no está, ahora encima de que la dueña del negocio no tiene modales para tratar a su clientela (es decir los dueños de los perros) ¿contratan a cualquir persona?
Resulta que hace poco más de una semana mi mamá llevó a mi adorada mascota a su baño en la veterinaria, no la baño en casa porque tiene mucho pelo y mi secadora es demasiado bullera para la pobre así que por eso la llevo a un sitio donde, se supone, saben lo que están haciendo. Usualmente la llevo yo pero por mis horarios de trabajo no se pudo, así que me enteré de lo sucedido recién cuando regresé.
Cuando regresé de la chamba me encontré a mi perrita demasiado inmóvil, ella siempre baja a saludarme y salta a mi alrededor cuando yo llego a la casa, con las justas se quería parar y caminaba unos cuantos pasos y se sentaba o se echaba inmediatamente y no se quería mover de ahí. Esto es algo que ya venía pasando en otras ocasiones y algo de lo que yo ya me había quejado, diciéndoles que tuvieran más cuidado con ella pues es bastante dócil con todo el mundo y no es necesario tratarla duramente. Me aseguró repetidas veces la doctora que era porque mi perrita es muy engreída y muy tímida y que era "su queja" por haberla dejado, a lo que yo siempre le respondía que de ser así entonces sería cosa de cada vez que la mando a bañar y no siempre se pone así, pero en fin, lo dejábamos ahí porque se le pasaba rápido, llegaba de su baño se echaba a dormir y luego ya estaba en su usual actividad canina (jugar, ladrar, perseguir pelotas y pájaros etc.).
En esta ocasión esperaba yo que se le pasara pronto luego de un rato de descanso, y de hecho parecía estarse recuperando aunque muy levemente, hacia la tarde noche. Pero, oh sorpresa! al día siguiente estaba con fiebre y no se quería levantar, llegué del trabajo y la vi totalmente quieta, ni movía la cola sólo me miraba, no quería pararse y su respiración era bastante agitada. La llevamos a otro veterinario, muy recomendado por una amiga de mi mamá (pues a este sitio nunca la llevo para atención veterinaria sólo para baños por motivos que ya les explicaré más adelante) quien le tomó la temperatura y nos dijo que efectivamente tenía fiebre, que en los perritos la temperatura normal es de 38.2 hasta 38.8, ella estaba en casi 40, lo cual, siendo tan pequeña de tamaño es bastante fuerte para su cuerpito. Yo le había sentido costras en los dos hombros, además del hecho que no quería caminar por nada, con las justas daba cuatro pasos y se volvía a echar. El veterinario me dijo que tenía eccemas en los dos hombros por estarse lamiendo porque le habían hecho heridas, posiblemente con el cepillo de púas, la persona que la bañaba quizás por terminar su trabajo rápido le hizo heridas o quizás (me dijo que en estos casos no se puede estar 100% seguro de qué fue lo que pasó salvo que te lo digan y mucho que me iban a decir en el sitio infernal este) con la secadora mucho rato en esos puntos le quemaron la piel y por eso le molestaba y se lamía tanto y se volvieron eccemas. Me dijo también que no se quería parar ni caminar porque tenía una inflamación en su cola y en las patas traseras, que era posible que al pasarla de una mesa a otra se les hubiese caído o que la hubieran tenido en una posición muy estresante mucho rato y que a eso se debía la fiebre.
Yo adoro a mi perrita, yo la he criado desde cachorra, ya tiene cuatro años y jamás, salvo una que otra indigestión por traviesa, nunca se me ha enfermado. Podrán imaginarse entonces que si se enferma con fiebre y encima por culpa de terceros, obviamente saqué las garras y sólo el hecho de que mi madre, mientras yo estaba en el trabajo ya había ido a quejarse como tres veces a la veterinaria San Luis donde la habían bañado, fue lo único que me contuvo de ir a pedir que rueden cabezas, pues para esto, la doctora encargada de la consulta, la que es también la dueña de esta y otra veterinaria en Benavides (que ojalá recordara el nombre o la dirección porque una vez la vi en una camioneta que trajeron para decirles que tampoco vayan ahí pero la verdad no lo recuerdo) brillaba por su ausencia durante las tres ocasiones (recuerden que esto ha sido en el transcurso de 9 a 2 que es dentro de mi horario de trabajo y parte del horario de atención de la veterinaria esta) que mi mamá fue a quejarse y cuando llamaba tampoco estaba... una veterinaria sin médico veterinario? Y que no puedan localizar al médico veterinario/dueño del negocio y que este no se entere de lo que sucedió hasta dos días después?? hmmm...
¿Por qué digo que no se entere hasta dos días después? Porque esto fue el lapso que transcurrió desde que la bañaron a mi perrita y la doctora se dignó a llamar por teléfono para "disculparse" y decir que ya "había tomado sus medidas". En ningún momento le chantamos la cuenta de los remedios ni consultas ni inyecciones del otro veterinario, dudo que la hubiese pagado pues quería que se la llevemos a ella y ni loca vuelvo a pisar ese lugar mucho menos a dejar que le pongan un dedo encima a mi perrita. Para su buena suerte justo llamó cuando yo había salido de casa y fue por eso que no le pude decir su vida por el teléfono ni darme el gusto de decirle muy tranquilamente: "gracias pero no gracias ni loca que estuviera vuelvo a llevar a mi mascota a que usted le ponga ni medio dedo encima".
Déjenme resumirlo de esta manera: La mandamos a bañar a un sitio donde siempre la bañan y de vez en cuando me la devolvían algo adolorida, pero después que me quejé ya regresaba bien. Cada vez que la llevamos les indicamos que por favor la traten bien porque es bastante delicada y ella se deja llevar tranquilamente (esto es algo que ahí mismo me dijeron). La mando a bañar y me la devuelven, lastimada y enferma y que no ha querido comer ni pararse casi por dos días enteros casi tres, recién hace dos días ha vuelto a su actividad normal.
Ya casi una semana después, gracias al veterinario que ha sido súper paciente a pesar de que mi pobre mascota ahora tiembla cada vez que va a un consultorio, a sus cuidados y a los remedios que le ha administrado, más lo que la hemos estado cuidando y curando en casa, Samantha está casi al 100% recuperada, salvo por las heriditas que aún no terminan de cicatrizar en sus hombros y la rapada que le han dado en esas zonas para que no se le pegaran los pelos en las heridas. Pero me indigna no sólo su disculpa en forma de que "no sé que ha pasado ha sido otra persona quien la ha bañado y ya tomé medidas en el asunto", su poca atención y educación en hablar al "disculparse" (los tonos de voz y las maneras de expresión dicen mucho), y el sólo hecho que haya pasado esto!! Es decir, no estamos hablando de un perro agresivo, que alguna vez los haya mordido, no estamos hablando de un perro nervioso o inquieto, pues ellos mismos la primera vez que me quejé de que la trataban muy bruscamente me aseguraron que mi mascota es una de las más tranquilas que tienen y que se deja bañar y peinar sin problemas.
Ah verdad, y muy brevemente, ¿quieren saber por qué nunca la llevo ni la llevaría a atención veterinaria ahí? Una amiga muy cercana me contó muy molesta que casi lo matan a su perrito de raza Yorkshire, porque la veterinaria dejó a su sobrina encargada (quien muy probablemente era estudiante) y esta no tenía idea no sólo de la raza del perrito sino de cuánto medicamento aplicarle en una inyección a un cachorro de una raza toy (es decir que lo puedes cargar en una mano sin problemas) pues inmediatamente después que le puso la inyección el pobre empezó una taquicardia que si no es por otro médico, no la contaba (por cierto, ¿mencioné que el perrito ahora tiene problemas del corazón?) Mi amiga dijo que iba a denunciar, desconozco si lo hizo, sé que le dieron unas disculpas muy mal dadas y nunca más quiso saber nada de ese lugar.
Dudé a la hora de escribir este post pues realmente me provocaba ir (y aún) a decirles su vida, aunque ya no siento que valga la pena pues yo no pienso volver ahí y voy a decir a todo el que me escuche (y me lea) que no lleven a sus perros ahí, por su propio bien. Lo siento señores, con su pésima atención no sólo perdieron un cliente (más) sino que se ganaron terrible publicidad. Y ya encontré otro lugar también cercano donde llevar a bañar a mi perrita, altamente recomendado por dos personas cercanas a mí, imagino que la pobre va a estar demasiado asustada la próxima vez que le toque ir a que la bañen... pero que quede claro, yo no juzgo por un error, pues cualquiera lo tiene, yo me voy porque ya llegaron al colmo en mala atención y no pienso esperar a que me la traten peor una próxima vez.
¿Y saben qué? Otra vez me está provocando ir a decirles su vida...
