Me decidí hace algún tiempo a liberarme de los recuerdos
a liberarme de tu influencia aunque aún jodidamente me afectaba
aún te tengo miedo, porque siento que no has terminado de destruirme
Sin embargo decidí ser libre, decidí dejar todo lo pasado en el pasado
no quiero pensar que fuiste un error, no lo creo, pero pienso que algo hicimos los dos en un momento y nos convertimos en un presente error para el otro.
Me decidí a ser libre, porque ya no quise estar atada a los recuerdos
porque me di cuenta que no necesitaba saber nada de ti
que no quería buscar absolutamente nada referente a ti
Y en ese momento me di cuenta que sin yo haberlo sabido
ya me había liberado, que pese a que me queda un miedo en el fondo
y evito pasar por lugares, evito sitios, evito que entres siquiera por recuerdos a mi mente, me di cuenta que no necesitaba poner barreras,
porque no quería ya saber nada más.
Me decidí a liberarme yo misma porque nadie lo iba a hacer por mí
al buscarme de esa forma al querer que fuera yo un secreto
me estabas atando de manera equivocada y me estabas destruyendo más a mí
Yo no pienso pasar mi vida en un error, el liberarme de todo me ha dado esto
la realización y el punto final que me hacía falta, la idea que me eludía
el punto final que pude haberte dado de una manera más altanera
pero que evité hacerlo porque sabía que te iba a afectar y con eso ya no iba a poder ser libre yo.
De pronto sin darme cuenta alguien se hizo un espacio aquí, y yo estaba tan abrumada con mi nueva hallada libertad que ni lo había visto, alguien que con paciencia supo esperar y cuidar y pelear, sin que yo se lo dijera, sin que yo siquiera fuera consciente de su lucha... que ahora también comparto. No estoy ahí todavía, pero me siento en camino y preparada, y sé que quiero darte el chance y darme el chance, de averiguar qué nos pasa, de pensar y descubrir qué podemos hacer juntos. En nuestro mundo particular, donde nadie más entre, porque nadie más tiene que saber detalles, este lenguaje que vamos descubriendo, no será para nadie más.
Sin darme cuenta me había liberado yo misma, del recuerdo, de la influencia, del dolor por más que hubiese querido gritarle todo lo que me faltaba, me di cuenta después que ya no era necesario.
Hay cosas que son definitivas.