Cierto, ya he hecho un post así hace algunos años... pero se acerca la fecha y me provocó responder algunas preguntas que siempre me encuentro contestando cuando alguien se entera que soy profesora (y encima profesora de niños y de bebés)... y aunque espero no pasarme de mis kilométricos posts, se me ocurrió reflexionar un poco sobre el tema y sobre los por qués, que muchas veces quedan en el aire...
Soy profesora, de niños pequeños y bebés porque trabajo inicial (es decir kinder o nido) y ahora trabajo estimulación temprana (puedes cerrar la boca y quitar la cara de horror si no comprendes, te doy permiso) lo cual significa que también trabajo con las dinámicas familiares y los padres de los bebés... :) Lo cual significa que tengo que lidiar con preguntas preocupantes y también con las inagotables preguntas de los niños, con berrinches también, con días estresantes, con días felices, con días mezclados y con experiencias de todo tipo.
Estuve mucho tiempo en mis crisis existenciales y empecé mi carrera tarde... mi familia dice que siempre tuve madera para ser profesora porque de chica a mis sobrinitos los cuidaba y les enseñaba cosas (y yo siempre pensé que era porque era muy niña para estar con mis primos y muy grande para jugar con los sobrinos de igual a igual y no tenía con quién hablar de cosas de mi edad) "además" es algo que siempre me dicen "es herencia", por el hecho que mi madre y varias tías han sido profesoras... En realidad yo no creo que sea tanto herencia como cosas que pasaron en el camino que me hicieron darme cuenta que por mucho que lo negara, este era el camino que debía seguir.
Si bien empecé mi carrera digamos "tarde" no lo hice recién salida del colegio, si no me demoré unos 4 años en encontrarla, siempre he tenido la experiencia de tratar con todo tipo de niños y sus padres desde hace mucho... motivo por el cual he tenido enfrentamientos con personas que me agarraban de "criatura tú no sabes nada" y me trataban con condescendencia diciéndome que yo no podía saber, a pesar de estar ya bien terminada o bien avanzada mi carrera y teniendo ya bastante experiencia... en inglés la palabra es más exacta "patronizing" eso despierta mi lado más "saltón" por decirlo de alguna manera, porque si bien puedo ignorar muchas cosas, nadie me va a minimizar lo que he aprendido a la fuerza de experiencia... pero eso es un cuento para otros recuerdos...
Antes de decidirme a ser profesora fui catequista de confirmación en la parroquia de mi colegio, y esto me enseñó mucho, me enseñó a trabajar y lidiar con padres difíciles, padres que me miraban de arriba abajo como pensando "esta criatura" y que realmente tenían todo el derecho pues yo era una criatura, tenía apenas 18 años, 17 cuando comencé; pero me las arreglé con el sentido común que siempre me ha acompañado y con mi propia experiencia de adolescencia y traté de formar adolescentes que erean con las justas un par de años menores que yo... y de lidiar con sus padres, muchas veces sola, a veces cojeando por alguna reciente caída de las mías, y alguna vez incluso en la desesperación de no saber cómo arreglar las cosas cuando estaban ¡a punto de irse a los puños!
He tenido buenos profesores a lo largo de mi vida escolar, de mi carrera y mis especializaciones, excelentes profesores, algunos no tan buenos porque en esa época la manera de enseñar era distinta (aunque en muchos casos sigue siendo muy parecida a la actual), algunos profesores que parecían tener una paciencia inagotable para explicarte las cosas y profesores que traumaban y que los odié y que nunca más quisiera volverlos a ver (pero nunca falta cuando te los encuentras en la calle que te digan "ay hijitaaaaa qué grande estássss, qué adulta, qué bien te ves!!").
Pero quienes me decidieron a aprender a enseñar fueron los mismos alumnos que tuve en mi vida... Creo que uno de los recuerdos más bonitos que tengo, fue el encontrarme algunos años después en la calle, con un chico del primer grupo de confirmación que formé, y verlo ya estudiando, verlo ya contento y que me abrazara con mucho cariño y que me dijera muy seriamente, que hoy es una mejor persona en parte gracias a mí, a las cosas que yo traté de inculcarle. Eso es algo que para mí, vale demasiado. Es difícil, darte cuenta de la responsabilidad que tienes de formar a personitas, en muchos casos hacer la tarea junto con sus padres y tratar de darles guías extra de acuerdo a las cosas que aprendes, para ayudar a la formación de personitas que más adelante serán adultos con mentalidad propia, y que tú vas a ser una influencia externa en su vida para formar la persona que será... es una responsabilidad grande, que puede llegar a ser gratificante, y también puede llegar a preocuparte mucho de lo que estás haciendo si realmente sabes lo que haces.
He recibido muchos "golpes" a lo largo de mi carrera y de la experiencia, personas que me han hecho dudar de mí misma y de las decisiones que tomé, personas que incluso me han hecho dudar si realmente elegí el camino correcto, que me han hecho dar traspiés muy grandes, no es fácil ni es agradable que alguien con mayor experiencia te haga dudar de ti mismo, o que te haga sentir "no bienvenido, no aceptado", inadecuado... Pero cuando me levanto lo hago recordando a ese chico que me encontré por la calle, que si bien yo no fui una influencia tan temprana, me dio uno de los mejores regalos que me han podido dar... me dijo que gracias a mí hoy es una mejor persona :)
Tengo que recordarme siempre ese episodio porque a veces lo olvido... y es por esas palabras, por esas acciones, por esas ocasiones, que tomé el camino en el que estoy y soy quien soy ahora :)
Y... feliz día del maestro, a mí, a todos los que me he encontrado en el camino, a todas mis amigas de carrera, de chamba, de especializaciones... a todos los que nos han formado de una u otra manera ¡Feliz Día!
